La comadreja
La comadreja común tiene un cuerpo pequeño, muy alargado y extremadamente flexible con un hocico pequeño, aunque algo alargado, cabeza roma que no supera el grosor del cuello. Los ojos son grandes, prominentes y de color oscuro. Las extremidades y cola son cortas; esta última abarca menos de la mitad de su longitud corporal. Las patas están provistas de garras afiladas y las plantas son bastante peludas.
La comadreja es el mustélido más pequeño. Es similar al armiño (M. erminea), del que se diferencia en el tamaño y sobre todo en el pelaje: en el armiño, el extremo de la cola permanece negro tanto en verano como en invierno. Vive en cualquier hábitat, aunque prefiere los paisajes abiertos, en entornos rurales, con campos, praderas, lindes de los bosques y terrenos baldíos invadidos por la maleza. Pese a su epíteto específico nivalis, no tiene preferencia especial por los medios de montaña, al contrario que ocurre con el armiño en las regiones más meridionales de su área.
Su minúsculo tamaño no le impide capturar presas mayores que ella, como ratas, ratones y topillos, roedores a los que sorprende introduciéndose en sus propias madrigueras en las que cabe gracias a su extremada finura. Los machos, más grandes que las féminas, cazan conejos y liebres. Las aves y, especialmente las que anidan en el suelo, son presas también consumidas con mucha frecuencia. No solo se conforma con las adultas, sino que saquea y destroza los nidos de los progenitores. Está físicamente muy bien dotada: sabe trepar, correr, escabullirse por pequeños agujeros, nadar e incluso bucear. Esto le permite un diversificado régimen alimentario en el que también se incluyen lagartos, serpientes (incluso las venenosas), ranas y peces. Los insectos le gustan bastante y también come otros invertebrados (crustáceos y moluscos, principalmente).